ALGAS, ALIADAS EN EL PASADO Y SUSTENTO PARA EL FUTURO

Resumen

Las algas son organismos acuáticos unicelulares y pluricelulares; las últimas pueden ser microalgas y macroalgas, mientras que las unicelulares son únicamente microalgas. Su hábitat varía a diferentes profundidades de aguas dulces, salobres o marinas. Se cultivan en masa y tienen diferentes destinos como: producción de compuestos biológicos, hidrógeno, biodiésel y biofertilizantes, también se aplican al tratamiento de aguas. Por su efecto saciante, la industria cosmética las ha incluido en dietas para tratamientos de pérdida de peso, además de ser apropiadas para reducir el estrés y eliminar celulitis; son fuentes de alimento humano por el alto contenido en nutrientes fundamentales que aportan
a la dieta; de ahí que la industria alimenticia las utilice para elaborar alimentos y mejorar su aspecto. Se usan como suplemento en la alimentación animal porque contienen carotenoides, pigmentos de asimilación con propiedades antioxidantes, muy demandados por sectores como la avicultura y la piscicultura. En la industria ganadera se utilizan como forraje al beneficiar la calidad de la leche y la cantidad de esperma. Sus elementos bioactivos tienen aplicaciones médicas por poseer efecto antibacteriano, antiviral y anticanceroso, reducen el colesterol y su abundante cantidad de fibra estimula la actividad del tracto intestinal. Las algas eran prácticamente desconocidas por la cocina occidental, pero ya han adquirido mucha popularidad y se comercializan frescas, deshidratadas o
formuladas en cápsulas o tabletas para consumirlas como complemento dietético. Estas plantas se encuentran en inmensas cantidades en el medio natural, son factibles de ser cultivadas y constituyen una rica reserva alimenticia para el futuro de la humanidad.